Las personas adultas que padecen epilepsia y quieren formar una familia lo tienen muy difícil en el Campo Laboral.
Tienen dos opciones: Decir la verdad, que padece epilepsia, con la posibilidad que por este motivo no lo admitan.
La otra opción es que oculten su epilepsia. En este caso se exponen a ser descubiertos y el despido sería inmediato.
Ninguna de las dos son válidas Con lo cual, tenemos que conseguir que en la Sociedad y en el Campo Laboral, estas personas sean valoradas por su PREPARACIÓN su CAPACIDAD y sus CUALIDADES y NO por su epilepsia.
LA EPILEPSIA ES UNA ENFERMEDAD COMO OTRA CUALQUIERA.